DISFRUTANDO DE UNA VIEJA HISTORIA.
Era una Tarde gris en la Ciudad de 6 millones de Almas, esta tonalidad,
era ocasionada por una inmensa nube producida a causa de un incendio en las zonas
industriales. La columna de humo negro se elevaba kilómetros sobre la urbe,
dando la impresión de ser aquel producto de una explosión nuclear. Allí
entre aquel conglomerado de construcciones, había una ventana donde se escuchaba
la plática entre dos hombres, uno de ellos era el Dr. Carlos Torres
quien decía:
─De seguro ese humo proviene de la
fábrica de
plásticos “Jaguar”, se les quema cada año ji ji ji ; En fin que así están
las cosas, las grandes empresas, son monolíticas en su operación y toma de
decisiones, siempre algún imbécil de escritorio está por encima de las
opiniones de los asesores externos.
Su Amigo que le escuchaba sentado en un cómodo
sillón, al terminar de oír sus palabras dijo:
─¿Sabes? Yo no creo que sea así en todas las grandes
empresas. Si considero, que esta sea una realidad en las mexicanas, pero tengo
que decirte que aquí solo tenemos pseudos empresarios, la verd . . ..
─Ring Ring Ring Ring─ el teléfono celular del amigo del
Doctor comenzó a timbrar, al ver la pantalla se percato que la llamada se
registraba como “ número desconocido” pensó de inmediato que seria
una llamada internacional, y se dijo así Mismo ─ Mmmm, Estados Unidos ¿Quién
podrá ser?─ y él contesto:
─Si
. . Bueno ─una voz femenina tierna y amorosa se
escucho por la bocina.
─Soy
yo mi vida te quiero mucho . . .
El amigo del doctor puso una sonrisa de Oreja a Oreja y
pego un salto del sofá.
─¡!!
Hola como estas ¡!! ¿Qué horas son por Allá? ─Preguntaba mientras buscaba una salida de aquel lugar hacia la
calle para poder platicar sin testigos.
Ella dijo: ─
Son las dos , te extraño mucho, mucho, mucho.- . . . . . .
La llamada solo duro unos instantes, pero él sintió la alegría
y el bienestar que un hombre común y corriente recibiría del mundo a lo
largo de todo un año. Colgó y regreso para despedirse, pues le embargo la
ansiedad de querer estar a solas y disfrutar recordando una y otra vez en las
palabras de aquella linda mujer.
En su camino a casa, prácticamente percibió que ella le
acompañaba en el asiento del pasajero de su vehículo, tendió su mano hacia
la mano imaginaria de aquella linda dama diciendo para sus adentros: ─¡!Te amo
Linda, te Amo como a nadie ¡! . . . . ¿Dios estoy Loco? . . Ella se
encuentra del otro lado del Atlántico─.
Mientras conducía observo algunas parejas que viajaban en
otros autos, entonces sonrió y orgullosamente dijo:
─¡!
No es cierto…. Tú estás aquí conmigo chiquita l inda ¡! Más cerca aun de
lo que físicamente se puede estar. Y así su vehículo se confundió entre
los 2 millones que circulaban aquella tarde por los viaductos de la Ciudad entre conglomerados
industriales y habitacionales, puentes y pasos a nivel. La titánica columna negra
que soportaba el cielo de la metrópoli fue testigo de ello . . . . y
mágicamente cambio su color a blanco .
Si si . . era la la Fabrica de plásticos
Jaguar, que se les quema cada Año .
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